[II:28v] culpados y, demás de cobrar dellos sus salarios y costas, los sacavan de su pueblos y los llevavan a la cabeça del partido y allí los detenían y sentenciavan, y quando salían de la cárcel, las costas y gastos que avían hecho e pérdidas de sus haziendas heran, sin comparación, muy mayores que las condenaciones que se avían hecho, en lo qual venían a quedar destruydos, y quando los davan en fiado por algún tiempo limitado, pasado aquél, bolvían a embiar por ellos con los mismos salarios y costas, y con esto se entretenían y sustentavan los alguaziles y escrivanos que llevavan, aunque heran muchas, y las causas que antes se siguían sin costa de las partes y sin pérdida de sus haziendas, ellas mismas les costaban mucho más de lo que tenían, que como el governador podía conocer en primera instancia, como dicho es, de todas las causas, ordinariamente padecían los pobres y los que menos podían, porque los ricos que los iniuriavan y ofendían, con la posibilidad que tenían, se adelantavan a querellar primero ante el governador y llevavan alguaziles y escrivanos a costa de los offendidos, los quales por ser pobres no podían yr a litigar fuera de sus casas, vencían y los demás quedavan oprimidos y defraudados de su justicia, y ansí en esto como todas las causas ceviles, y especialmente con la nueva orden que se avía dado para relevar a los súbditos de las vexaciones que recevian, crecido y multiplicádose los pleitos, de manera que, aviendo dividido en tantas governaciones los partidos de las dichas órdenes, hera notorio que cada una de por sí valieron a los juezes lo mismo que antes valía todo el officio de governación antiguo, y cada escrivanía de las dichas governaciones de por sí valía por arrendamiento tres o quatro vezes más de lo que valía todo el officio entero de la governación antes que se dividiese, aviendo de ser al contrario, que por averse repartido en tantos